Cuestión de nombres

Al final todo es un problema de lenguaje, de palabras y expresiones que hacen fortuna. Antes existía el cubrecolchones, el guardapolvos, el aparcacoches y el limpiabotas. Ahora todo son nicer-dicer, snap in slice, stop skin laser y flinger flonger…
Antes, el trasvase, más o menos, se sabía lo que era. Llevar agua de un río a otro a través de unos determinados mecanismos. Ahora, parece que hay que hacer un curso para saber a qué nos referimos cuando hablamos de coger agua de un río. “No nos van a temblar las piernas”, dijo Montilla, “cogeremos agua de donde haya”. Sólo nos queda esperar… Ya verán cómo, cuando se lleven su agua, encuentran un nombre para la operación que no suene tan feo como ahora nos parece la palabra trasvase.

Baba de caracol

Hoy traigo un libro. No teman, los libros son imprescindibles y divertidos. Es el tercer tomo de las memorias de Pío Baroja que me vendió mi amigo Guillermo. Habla de muchas cosas; estudios, amigos, el mundo de la medicina… Hay un momento que les quería contar cuando habla de su amigo, el inventor Lamotte: “Yo nunca creí gran cosa en los inventos de mi amigo, sobre todo desde que le oí decir una vez seriamente que el rastro que dejan los caracoles podía aprovecharse de modo industrial. Eso me pareció ya el colmo”. Y digo yo ¿Qué diría Baroja si hiciera zaping una noche cualquiera y contemplara el negocio de la baba de caracol? ¡Qué bonitos son los libros!
Hoy, ya pasadas las elecciones, vuelve a sonar la palabra trasvase y a nosotros nos suena a baba de caracol.

La crecida del Ebro

Ebro. Riada. Riada. Ebro. Todo desemboca –y nunca mejor dicho- en el mismo sitio: en la Expo. ¿Se inundarán las obras? Nos preguntábamos ayer. –¡No!- nos respondían los comunicadores que trabajan para la Expo. –Bien- respondimos nosotros.
Hoy, tenemos que ver en un telediario nacional a un reportero con el agua por las rodillas dentro de alguna de las obras. -Entonces, el Ebro sí que ha inundado las obras de la Expo- hemos pensado.
Después de comprobar estos hechos, nos hacemos una pregunta: ¿Pasa algo por reconocer que hay obras afectadas? ¿No estaba todo previsto? La Expo está bien, es un proyecto interesante para Aragón, pero es como la canción del patio de mi casa: cuando llueve se moja como las demás, aunque algunos se empeñen en convencernos de lo contrario.

Trozos de guión

Hace mucho que no hablamos de un personaje que casi tiene vida propia en este programa. El teatro Fleta. Hoy nos hemos enterado que la SGAE no va a poder llevar a cabo su proyecto porque el ayuntamiento no va a quitar las protecciones que tiene el teatro sobre los restos del antiguo edificio. Ahora se lo explicamos mejor. ¿Estará el fleta para la Expo? Qué gran pregunta sería esta para una rueda de prensa ¿Estará el Fleta para la expo?

Hoy ha llovido

Hoy ha llovido. Ya saben lo que eso significa en Zaragoza; caos circulatorio y preocupación. Ha sido una lluvia intensa, una de esas lluvias que limpian el aire y te dejan respirar mejor.
Les cuento lo que me ha ocurrido cuando volvía a mi casa: estaba cruzando la avenida Goya -mal, como siempre- y me he quedado en la mediana, en una calva de tierra en la que hace mucho tiempo que los setos desaparecieron. Entonces, una mujer ha llegado con su paraguas y me ha dicho que si yo quería, me tapaba. Lo ha hecho con tanta amabilidad que he accedido y le he dado las gracias. Han pasado tres segundos, han pasado los coches y he cruzado corriendo después de darle las gracias. Después, he pensado que yo ya estaba calado, que he vuelto a mojarme después de estar bajo el paraguas de la señora, pero que el día ha sido un poco más bonito después de esos tres segundos.

¿Qué pasa con los zoos?

Hoy, mientras venía hacia aquí, me he preguntado por qué motivo los zoos parecen estar en decadencia. Tenemos los de Madrid y Barcelona, que son cada vez más pobres, y poco más. Quizá ya no guste tener a los animales encerrados o, simplemente, sea un negocio poco rentable. Desde que murió Copito de nieve nada es lo mismo. Ahora se llevan los acuarios, que son más asépticos y fáciles de instalar y los parques abiertos con especies protegidas.. Pronto tendremos uno en Zaragoza que va a ser el no va a más. Los circos con animales también están en crisis. Sólo aguanta algún elefante y algún león flaco.
Está complicado ver cebras, jirafas, leones, monos y culebras. También está complicado ver pollos, gallinas y vacas. Los zoos languidecen en las grandes ciudades y los animales vuelven a las praderas. Los que no tienen dinero para ir a los grandes parques naturales se tienen que conformar con la televisión. A fin de cuentas, ese es el problema, nos conformamos demasiado con la televisión.

Trozos de guión

Toca hablar del tiempo aunque esto no sea un ascensor. Tenemos cristal pero no botones. Tenemos cierzo y poca paciencia. Tenemos frío y ganas de calor. Tenemos frío y primavera. Una mala mezcla…

Muertos vivientes

Es curioso que la noticia de hoy sea un número de personas que no han muerto. Respecto al año pasado, somos 44 personas las que hemos conservado la vida. Así que, en este momento, 44 no muertos se pasean por nuestro país sin saberlo. Son muertos vivientes o algo parecido, aunque ellos no lo saben. Todos tenemos algo de muerto viviente. Mientras, los políticos se felicitan y ven esperanzadoras estas cifras. No les falta razón.
Mientras tanto, quedan para otro momento, quizá para otro siglo, las siguientes preguntas que ya suenan hasta ingenuas: ¿Por qué un coche corre a 200 kilómetros por hora si sólo está permitido correr a 120? ¿Por qué prima el diseño de un coche sobre su seguridad? Digo que son preguntas que suenan a ingenuo y que habrá que esperar para resolver. El mundo funciona con unas normas concretas difíciles de cambiar. Por eso, hoy 44 no muertos son la buena noticia. 232

Trozos de guión

"Hablemos de la Expo, ese gran evento cuyo tema es el dinero y la inversión y su excusa, el agua y el desarrollo sostenible".

Montaña y rio

Mi hermano dibuja este tipo de paisajes. Si yo viviera en este, sería un domador de dragones y dormiría a la sombra de árboles naranjas. Pero no vivo alli.

Tan cerca, tan lejos

Ayer conocimos una información muy interesante facilitada por la empresa Tecnitasa que tiene que ver con la actualidad económica de Zaragoza. ¿Saben cuánta distancia hay en nuestra ciudad entre la zona en la que el metro cuadrado de vivienda es más barato y la que lo tiene más caro? Yo pensaba que serían unos cuantos kilómetros, pero no es así. Sólo son seiscientos metros, ni más ni menos.
Es la distancia que existe entre el barrio de San Pablo y la Plaza España. 1800 euros en un sitio, 7500 en otro cuesta el metro cuadrado. Así funciona nuestra sociedad. Los extremos se acercan sin llegar a tocarse. Por un lado, subiendo desde la plaza de España por Independencia queda claro que estamos en una ciudad europea con sus Zaras, sus farolas modernas y sus carteles de la Expo. En cambio, si nos vamos por el coso hacia Conde Aranda, Zaragoza se convierte en una ciudad mestiza e indefinible, una ciudad norteafricana y también asiática, con sus tiendas baratas, sus colmados y sus locutorios. Ya lo ven: tan cerca y tan lejos.

Fago, realidad y ficción

Tenemos la costumbre de decir aquello de que la realidad supera a la ficción. A veces, es cierto y en otras ocasiones, cada vez más, hay que decir que la ficción emula a la realidad, es decir la copia sin ningún pudor. Es el caso de Fago, la serie de televisión española en la que se recrea el triste suceso ocurrido en el pueblo aragonés. Fago ha tenido mucha audiencia y ha dado mucho que hablar. A las familias de los implicados no les ha gustado ni un pelo y al público parece que tampoco le ha importado demasiado.
La miniserie empezó con cierto éxito de audiencia, aunque ha ido decayendo. Su segundo capítulo perdió 800.000 telespectadores. Sin embargo, ese no es el problema. Lo grave es que la televisión pública, la que pagamos todos a escote, tenga que sacar sus ideas de asuntos tan truculentos como este. También llama tristemente la atención que nadie se queje y que a todos nos parezca normal que se utilice la vida de personas de carne y hueso, con asesinatos torpes y rurales, con una vida simple y normal para hacer una serie de televisión. Esa sería la noticia, pero parece que ya no nos sorprende. ¿Alguien da más? Seguro que sí.

Vuelve la epidemia

Lo he visto en la tele y no puedo resistirme. Vuelve Operación Triunfo, una de mis obsesiones. Es como una gripe, como un sarampión, como una epidemia de borreguismo y vulgaridad que pasa todos los años por nuestra sociedad y contra la que aún no hemos encontrado vacuna. Muy al contrario, los programas de este estilo siguen proliferando y muchos jóvenes se presentan a las infames pruebas de selección para ver si suena la flauta.
Leo que en Madrid ha habido que esperar 12 horas para que te escuchen 10 wsegundos y te graben para ver si eres un raro y hacen contigo un programa especial. Este tipo de programas son el reflejo de una sociedad enferma de morbo, carente de cultura y de iniciativa y aborregada hasta la vergüenza por la televisión. Por lo menos, aún quedamos unos cuantos que sabemos que el triunfo no se consigue con operaciones y que estamos hartos de aguantar a niñatos llorones y a gentuza que se dedica a explotarlos. No vean Operación Triunfo. Sus hijos se lo agradecerán. 229

Trozos de guión

"Así se comprueba que hay gente que prefiere aprovechar la mañana en vez de matarla y disfrutar la tarde en vez de pasarla".

Por la boca muere el pez

Llega la Semana Santa y comprobamos una dulce realidad. Cada uno hace lo que le da la gana y a todos nos parece muy bien. En Semana Santa hay dos extremos claros: el que se va a achicharrarse en la playa -si el tiempo lo permite- y el que se queda a vivir una Semana Santa de procesión, incienso y tambor.
Los ciudadanos nos movemos con libertad y hacemos lo que nos da la real gana. Sin embargo, desde los medios de comunicación nos llegan constantes noticias que enfrentan a la religión con la sociedad. Quizá aún nos falte colocar cada cosa en su sitio desde los dos extremos. Unos, haciéndose entender mejor y hablando para los suyos y otros no metiéndose en lo que dicen que no les interesa nada. Ya lo saben, del dicho al hecho hay un trecho. En Semana Santa, el hecho queda claro, pero el resto del año, el dicho nos pierde. Por la boca muere el pez.
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Piedras y tejados

¡Qué majos son los políticos después de las elecciones! "Hay que felicitar a este", "agradezco mucho lo de más allá", "dejaremos de lado las tensiones" y un largo etcétera. Yo pensaba que esto era un pacto implícito de descanso político, una especie de hibernación -como hacen los osos- para volver a dar palos en cuanto pasen unos días. Pero, tal vez ande equivocado... Parece ser que mi querido duo sacapuntas, Acebes y Zaplana, se retiran de una vez del estrado. Y, no sólo eso, sino que además Rubalcaba está melancólico y dice que quiere vivir la vida y, quizá, tener tiempo para jugar a la petanca con los jubilados de su barrio. Pepe Blanco no ha dicho nada. Por lo menos, siempre nos quedará leer su blog para seguir aprendiendo a vivir con su literatura fantástica.
Los políticos son los que nos han enseñado a no respetarles. Ellos nos han enseñado que mienten, defraudan, estafan, descalifican, desfalcan, roban, trincan y se aferran. En estos días queda muy clara una lección que los políticos aún no tienen aprendida. Al ponerse tan verdes entre ellos y dedicar tanto esfuerzo a la crítica, dejan de un lado su labor y cumplen el viejo dicho de tirar piedras contra su propio tejado

El que no llora no mama

No sé si se han fijado, pero esto de la expo se parece un poco al papel de los gremios cuando se decide reformar la cocina y los baños en casa. Primero se quejaron los autobuseros y después de dar mucha guerra y algún que otro problema, consiguieron lo que querían. Después, llegaron los taxistas, un poco más blandos, pero también sacaron tajada de la renovación de la ciudad.
Ahora se quejan los bomberos, supongo que también con razón, y los policías locales, que quieren mejorar también sus condiciones, y parece que van a multar menos. ¿Quién rellenará ahora de monedas las gruas de Zaragoza también llamadas "las huchas de Belloch"? Algo menos de ruido hacen los encargados de la limpieza de la ciudad, pero también han sacado su beneficio.
Quedan noventaytantos días para la gran cita. Al final, tendremos nuestra expo, como una reforma, limpita, reluciente y moderna. Una cocina y unos baños que gastan menos agua, eso sí, pero que son mucho más caros en instalación y en mantenimiento que las viejas cocinas de butano. Es lógico.
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