Vivimos en la sociedad del casting, de la elección rápida. Nuestros jóvenes hacen colas de horas para que un tribunal absurdo les diga si pueden o no participar de un programa que les chupará la sangre y los dejará tirados cuando pasen de moda. Pero eso no es todo, hoy he visto a una presentadora multioperada con una camiseta en la que puede leerse “soy auténtica”. Tiene gracia.
Tendríamos que empezar a pensar en darle unos retoques a la democracia. Nada de elecciones… Necesitamos castings para elegir a nuestro presidente y a la oposición y a todo el mundo. Así nos reiríamos como hacemos con los pseudoartistas de tres al cuarto y no nos aburriríamos tanto con pesadas investiduras. Después, claro, les pondríamos a todos una camiseta con su nombre y los veríamos por la tele llorar y darse besitos. A la presentadora le daríamos una camiseta nueva en la que pusiera “soy auténtica gracias a la cirugía”.
Tendríamos que empezar a pensar en darle unos retoques a la democracia. Nada de elecciones… Necesitamos castings para elegir a nuestro presidente y a la oposición y a todo el mundo. Así nos reiríamos como hacemos con los pseudoartistas de tres al cuarto y no nos aburriríamos tanto con pesadas investiduras. Después, claro, les pondríamos a todos una camiseta con su nombre y los veríamos por la tele llorar y darse besitos. A la presentadora le daríamos una camiseta nueva en la que pusiera “soy auténtica gracias a la cirugía”.
1 comentario:
Que sí, que bien, que los demás son unos pringados y yo y mis amigos hacemos música de verdad, somos artistas, nos reunimos en locales alternativos y fumamos algún canelo.
Y nos da igual que no se nos reconozca, porque yo y mis amigos sabemos que nosotros hacemos música de verdad, sincera, minoritaria, que nunca triunfará (ni lo queremos, porque si no nos venderemos y esas cosas), pero AUTÉNTICA, no como la japuta esa que llevaba la camiseta y que no se merece ese calificativo, operada sin cabeza.
Yo sí, porque yo lo valgo.
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